viernes, 8 de julio de 2011

Revolutionary Road

Entre tanto producto hollywoodiense basado en la supremacía del ciudadano norteamericano sobre el resto del mundo y, sobre todo, en la búsqueda de la felicidad a través del sueño americano, es de agradecer que de vez en cuando se nos ofrezcan películas tan sinceras y sobrecogedoramente realistas como Revolutionary Road. Y es que es precisamente esa idea tan explotada la que pretende contradecir esta magnífica obra de arte protagonizada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. Esta pareja de actores se pone en la piel de un matrimonio aparentemente perfecto pero que en realidad se encuentra atrapado en la triste y oscura rutina y en el recuerdo asfixiante de los deseos frustrados. Una familia a la que todo el mundo considera especial, única y admirable, aunque en el fondo no llevan más que la vida que siempre quisieron evitar. Él tiene un trabajo que detesta, el mismo al que su padre dedicó su vida, y ella es una ama de casa resignada en su papel de madre y esposa ejemplar que no es capaz de superar su fracaso como actriz.
Sin embargo, las cosas parecen dar un giro cuando surge la idea de cambiar radicalmente sus vidas con un traslado a París que supone una última oportunidad de poner remedio a tanta desilusión. Pero en ocasiones actuar es más complicado de lo que parece y esta pareja tendrá que enfrentarse al difícil debate entre dejarse llevar por los acontecimientos que se suceden irremediablemente o tomar las riendas de sus propias vidas y elegir siempre la opción que más te llene, aunque sea la más arriesgada. En definitiva, se trata de una historia cargada de emociones que consigue hacer que el espectador se plantee muchas cuestiones de su propia situación y que entienda a la perfección todo lo que sienten los personajes. Y es que ¿quién no se ha sentido alguna vez vacío e insatisfecho con su vida, deseoso de encontrar la manera tomar un nuevo rumbo?

En cuanto al trabajo de los actores, es innegable el gran cambio para mejor que ha experimentado la pareja protagonista de la mítica Titanic. Es en Revolutionary Road, al menos bajo mi criterio, donde Winslet y DiCaprio se consolidan como grandes actores del momento con un trabajo inmejorable capaz de dejar al público tan maravillado como asombrado. Las escenas de las discusiones son sin duda lo mejor de la película gracias a un guión reflexivo e intenso y unas interpretaciones impecables. Soy incapaz de encontrar un solo reproche a esta película que se ha convertido en un pilar imprescindible en mi filmografía.
Pero hay que reconocer gran parte del mérito a Richard Yates, el autor de la novela en la que se basa la película, y digo se basa por no decir directamente que es un reflejo prácticamente exacto de ella. No conozco ningún caso en el que la versión cinematográfica se mantenga tan fiel a la obra literaria en la que se inspira. Mismos sucesos, mismas situaciones y mismas conversaciones. Y a pesar de ello, aunque sabía en todo momento lo que iba a suceder en el libro, el autor consiguió mantenerme interesada y emocionada en cada página. Y por mucho que cueste creerlo, la amargura que viven los personajes no te transmite un pesimismo insoportable, sino que logra todo lo contrario: hacerte reaccionar y replantear cuales son tus prioridades en la vida y los sueños vitalmente necesarios para gozar de todo el grado de felicidad que sea posible.

1 comentario:

  1. A mi me parece que el solo hecho de ser peli de época, justifica bastante el tono emocional y "pies sobre la tierra" de la historia.

    Experiencias que inviten a la reflexión siempre serán agradecidas. No la he visto, pero leerte me llenó de ganas de hacerlo. Felicidades! :)

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